Ansiedad y miedo no son necesariamente sensaciones "malas" y pueden incluso salvarnos la vida.
Sin embargo, en algunas ocasiones los trastornos de ansiedad hacen que las personas tengan miedo sin que en el ambiente alrededor haya un peligro real.
El ataque de pánico es una manifestación repentina de ansiedad que se caracteriza por sensaciones de aprensión intensa, terror o desastre inminente y puede ser de dos tipos: inesperado o relacionado con situaciones específicas.
Los ataques de pánico son sensaciones auténticas de ansiedad intensa y terror que surgen sin aviso previo. Estos episodios pueden producirse en cualquier momento, incluso durante el sueño.
A menudo las personas que experimentan un ataque de pánico pueden pensar que sufren de un ataque de corazón o de infarto, están por morir o volverse locas.
El miedo y el terror que una persona sufre durante un ataque de pánico no están proporcionados a la situación real que está viviendo y podrían prescindir de lo que está pasando a su alrededor.
El trastorno de pánico se caracteriza por ataques de pánico frecuentes no relacionados con situaciones específicas y por el miedo de sufrir otros ataques. Puede manifestarse con o sin agorafobia, es decir, el miedo de situaciones en las que podría ser difícil o vergonzoso escapar en el caso en que surgiera un ataque (por ejemplo mientras uno conduce, mientras uno cruza un puente, en una tienda, en una iglesia, en un autobús, en el medio de una muchedumbre ...).
Las causas de los ataques de pánico
Las causas exactas de los ataques de pánico y del trastorno de pánico no son claras.
A veces este trastorno está presente en más de un componente de la familia. Además, según parece, existe una relación entre la tendencia a sufrir ataques de pánico y algunos cambios importantes de la vida como graduarse y aterrizar en el mundo del trabajo, el matrimonio o el nacimiento de un hijo.p>
Un estrés intenso como la muerte de un ser querido, el divorcio o la pérdida del trabajo puede desencadenar ataques de pánico.
Asimismo los ataques de pánico pueden surgir debido a determinadas condiciones médicas y otras causas físicas. Si sufres uno de los síntomas indicados aquí abajo, consulta un médico y un psicólogo para identificar el camino correcto que tienes que emprender.
¿Cuáles son los síntomas de los ataques de pánico?
La mayoría de las personas con ataques de pánico presenta algunos de estos síntomas: taquicardia, debilidad, sensación de desmayo o mareo, hormigueo, entorpecimiento de las manos y de los dedos, terror, miedo de morir de manera inminente, dolor en el pecho, sudoración, escalofríos, dificultades respiratorias, sensación de pérdida del control.
ATAQUES DE PÁNICO: SÍNTOMAS SOMÁTICOS
- palpitaciones
- mareos
- sudoración
- dolor en el pecho
- dificultad respiratoria
- temblores
- escalofríos
- náuseas
- entorpecimiento
- debilidad
ATAQUES DE PÁNICO: SÍNTOMAS PSICOLÓGICOS
- miedo de morir
- miedo de perder el control
- miedo de volverse loco
- miedo de sofocar
- miedo de tener un ataque cardíaco / infarto
- miedo de desmayarse
- temor de sufrir otros ataques
- sensación de despersonalización (sentirse como fuera del propio cuerpo)
- sensación de desrealización (sensación de irrealidad del mundo)
ATAQUES DE PÁNICO: SÍNTOMAS COMPORTAMENTALES
- evitar determinadas situaciones
- llevar conductas consideradas "protectoras"
- monitorizar obsesivamente las propias sensaciones corporales
- llevar consigo fármacos o sustancias calmantes
- controlar la distancia de los hospitales o lugares familiares
- buscar constantemente acompañantes
- desear escapar
En general los ataques de pánico son breves y duran menos de 10 minutos, sin embargo, algunos síntomas pueden durar más tiempo. Las personas que experimentaron un ataque de pánico corren un mayor riesgo de sufrir ataques de pánico respecto a las personas que nunca experimentaron un ataque de pánico.
En el trastorno de pánico (en inglés Panic Disorder - PD) se suelen manifestar ataques frecuentes e inesperados seguidos por un periodo de al menos un mes en el que la persona tiene el temor continuo de volver a sufrirlos.
Obviamente es necesario excluir la presencia de factores orgánicos como, por ejemplo, la intoxicación por cafeína, el uso de droga o el hipertiroidismo.
Los ataques de pánico pueden manifestarse también por la noche concretándose en un despertar repentino caracterizado por un estado de ansiedad.
Es importante entender que la raíz del problema no es elataque de pánico en sí, sino el miedo del miedo que deriva después de sufrir el primer ataque. Cuanto más nos centramos en la ansiedad, la ansiedad aumentará.
La persona que sufre de este trastorno se vuelve sumamente atenta de sus sensaciones corporales y las interpreta como una señal premonitoria de otros ataques:
- Falta de aire - interpretada como asfixia
- Mareo - interpretado como desmayo
- Dolor en el pecho - interpretado como ataque cardíaco / infarto
- Entorpecimiento - interpretado como ictus
- Palpitaciones - interpretadas como ataque cardíaco / infarto
- Absurdidad - interpretada como locura
- Debilidad - interpretada como colapso
La persona, hiperatenta a sus propias sensaciones corporales, empieza a tener pensamientos catastróficos e intenta emplear conductas "protectoras" que en realidad empeoran la situación, quizás intumeciendo los músculos o intentando respirar profundamente, facilitando el surgir de los síntomas de hiperventilación. Todo esto impide la no confirmación de las interpretaciones equivocadas y aumenta la intensidad de los síntomas.
Laevitación, en cambio, limita la posibilidad de que la persona descubra que no va a pasarle nada catastrófico.
EL TRATAMIENTO DE LOS ATAQUES DE PÁNICO
Para poder tratar el trastorno de pánico es importante interrumpir el círculo vicioso que se crea:
- Pienso: "¿qué me va a pasar si tengo un ataque de pánico?"
- Siento aumentar la ansiedad
- Noto los síntomas
- Interpreto los síntomas como un ataque de pánico inminente o un ataque cardíaco
- Siento aumentar mi ansiedad
- Noto los síntomas en mi cuerpo
- Y así en adelante...
A veces se puede añadir un tratamiento farmacológico para los ataques de pánico, pero es fundamental recordar que estos fármacos sirven para aliviar y no son la solución. Solo a través de un camino psicológico de terapia es posible comprender el origen de los ataques de pánico recurrentes y una vez entendidas las causas de los ataques de ansiedad será posible resolver el problema.
El trastorno de pánico, si se ignora, puede acabar siendo algo muy difícil de resolver. Las personas tienden a cronificar el problema y a encontrar dificultades tanto en el trabajo como en las relaciones sociales.
Gracias a la ayuda de un psicólogo es posible aprender algunas estratégias para gestionar la ansiedad, aceptándola y conociéndola en lugar de intentar luchar contra ella. Además es posible aprender técnicas eficaces de respiración y de relajamiento.
Tratando nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestra manera de comunicar con nosotros mismos tendremos, por fin, la posibilidad de recuperar la serenidad que deseamos y merecemos para nuestra vida.