Lo sabemos, el mundo real no es un mundo donde no existen problemas.
A veces, a lo largo de la vida, ocurren cosas y de buenas a primeras también la pareja... se rompe.
Una familia de origen demasiado entrometida, la traición de la confianza de tu pareja, eventos estresantes imprevisibles son elementos que pueden causar una crisis en la pareja.
Estas situaciones suelen verificarse cuando uno de los dos no ha conseguido separarse de su propio núcleo familiar. Esto es evidente incluso cuando simplemente se hace caso a lo que piensan los padres en relación con el asunto. De esta manera, se producen percances que suelen sobrepasar el umbral de la paciencia. Además, traicionar la confianza de la pareja no solo significa enrollarse físicamente con alguien, sino también defraudar sus expectativas.
Otras veces, en cambio, nos encontramos en una situación donde solo uno de los miembros de la pareja progresa en la vida, mientras que el otro no o hay una pérdida del deseo y una disminución de la atracción sexual.
Lo bueno es que a menudo estos periodos de cambio pueden resolverse autónomamente: de hecho, la crisis también representa una gran ocasión para mejorar la relación, la sintonía y crecer más como pareja. Hay muchas estrategias psicológicas que pueden ayudar .
El portal HolaPsicólogo ha identificado 7 estrategias:
1) Efecto Pigmalión
Conocido también con el nombre de “profecía autocumplida”, es uno de los fenómenos de sugestión psicológica más estudiados, es decir, la tendencia de las personas a querer satisfacer la imagen o la idea que los demás tienen de ellas, incluso si es negativa.
El psicólogo Robert Rosenthal, el primero en estudiar este fenómeno, ha demostrado que si se mantienen expectativas positivas sobre el comportamiento de otra persona, podemos influenciarlo levemente y de manera positiva (por ej. “Sé que puedes hacerlo”).
Para entender mejor de que hablamos, es suficiente citar el mismo experimento realizado por dicho psicólogo. Este experimento contemplaba que algunos niños de una escuela primaria se sometieran a un test de inteligencia, después del que se seleccionaron algunos niños a los que se les hizo creer que tenían una inteligencia por encima de la media. La sugestión fue tan grande que se produjo una mejoría real en el rendimiento de los niños seleccionados.
Entonces, mantener expectativas positivas sobre las personas queridas (“Confío en ti”, “eres una buena persona”, “pienso que eres importante”, “puedes hacerlo”) no solo puede hacer que se sientan mejor, sino también les permitirá comportarse mejor y tener más éxito, incluso en una relación.
2) Apoyo positivo
Los estudios y el sentido común demuestran que ofrecer un apoyo positivo a una persona estresada que queremos puede ayudarle a enfrentar las dificultades. Entonces, la clave es evitar el soporte negativo en la relación de pareja.
Frases como "Eres siempre el mismo", “¡Te lo había dicho!” o conductas denigrantes o punitivas solo pueden deteriorar la relación con el tiempo.
Basar la relación en la comprensión puede ser una ayuda muy importante. La complicidad es fundamental para vivir la vida de pareja tranquilamente. De esta manera, se aleja el riesgo de malentendidos y descontentos que podrían afectar significativamente a una relación afectiva.
A menudo, tu pareja solo necesita que la escuches y la comprendas. Trata de ser empático y de dar soporte, y si tienes alguna duda, simplemente pregúntale cómo puedes ayudarla.
3) Principio de reciprocidad
El principio de reciprocidad, estudiado por el psicólogo Robert Cialdini, afirma que si alguien nos hace un favor, nos sentiremos “en deuda” con él y tendremos una motivación y un empuje psicológico espontáneo para devolver el favor.
Entonces, si nuestra pareja nos hace un cumplido, advertimos el impulso natural de devolver el cumplido.
La reciprocidad es el principio donde descansa una relación igualitaria, es decir, aquella donde dar y recibir constituyen derechos y deberes iguales para todos. Las parejas se encuentran en una condición de intercambio donde una persona, en el caso de que reciba más de lo que había pedido, se va a sentir obligada a corresponder todo esto a la otra persona. Por consiguiente, si obtenemos menos de lo que queremos, quizás hagamos lo mismo y, a lo largo del tiempo, este tipo de conducta podría causar la ruptura de la relación.
Un buen ejercicio es focalizarse en los aspectos positivos de nuestra pareja, incluso en lo que solemos dar por descontado, recordando destacarlos a la persona que queremos con cumplidos y comentarios positivos. Está claro que recibirás emociones positivas como respuesta.
4) Reestructuración cognitiva
Si la persona que quieres está en dificultad y suele detenerse solo en los aspectos negativos de una situación (por ejemplo, un gran fuerte estrés en el lugar de trabajo), ayúdala para que vea las cosas de manera diferente, con ojos nuevos y ayúdala a focalizar la atención del problema en su posible solución.
El significado de todo evento depende del “contexto” en el que lo percibimos. Si cambia el contexto, cambia también el significado. El proceso de reestructuración cognitiva, estudiado por el psicólogo Albert Ellis, se basa precisamente en esto: cambiar el contexto en el que una persona percibe los acontecimientos, con el objetivo de cambiar el significado, permitirá también cambiar en positivo las reacciones y los comportamientos de la persona.
Esto permite aumentar la predisposición a valorarse y soportarse, mejorando la comunicación y la gestión de las discusiones.
5) Escucha empática
El objetivo de la escucha empática es permitir que tu pareja exprese libremente sentimientos, pensamientos, preocupaciones, estrés o problemas sin sentirse juzgada y percibiendo que tú la comprendes.
Una de las dificultades más comunes es la tendencia del ser humano a decir siempre algo, ofrecer consejos o dar sugerencias. En cambio, es importante concentrarse simplemente en la comprensión de las emociones y de las preocupaciones de nuestra pareja, demostrando que comprendemos sinceramente sus sentimientos.
La escucha empática puede hacer que la otra persona se siente mejor, aliviando su estrés y donándole una sensación de seguridad. Además, el principio de reciprocidad (que hemos mencionado antes) afirma que si somos empáticos, por consiguiente, también nuestra pareja será aún más empática. Como muchas estrategias de este tipo, la escucha empática debe entrenarse y desarrollarse con el tiempo. En particular, la empatía ofrece la oportunidad de ver el mundo a través de los ojos de la otra persona.
6) Amor incondicional
Según el psicólogo humanista Carlo Rogers, desde su nacimiento las personas necesitan ser amadas de manera incondicionada, ser apreciadas y valoradas por lo que son y por el potencial que pueden expresar. Todo esto prescindiendo de que sean capaces de satisfacer las expectativas de los demás.
Se trata de amar a la otra persona por lo que es y no por lo que ha dicho o ha hecho.
Sin embargo, somos seres humanos sabemos que a veces, algunas frases “mal” dichas y algunos comportamientos, a lo mejor realizados expresamente para molestarnos, nos hacen enfurecer.
Un buen acuerdo sería siempre demostrar respeto hacia la otra persona, porque incluso la rabia puede comunicarse de manera eficaz y no destructiva. Este respeto nos lo devolverá nuestra pareja.
Básicamente, el amor se basa en una serie de buenas costumbres como disfrutar de cada momento juntos compartiendo actividades agradables y momentos de diversión, aunque nos demos cuenta de algunos pequeños defectos de la otra persona.
También ir de la mano puede ser una señal de unión y de felicidad por tener a nuestro lado a una persona que es nuestro punto de referencia. Obviamente, es normal discutir y no estar de acuerdo sobre algunos aspectos: en este caso, es fundamental afrontar la discusión con serenidad y sinceridad.
7) Perdón
Si la pareja se equivoca y no comete un error tan grave como para destruir la pareja, es importante preguntarse: ¿prefiero terminar o mantener mi relación?
Todos cometemos errores y si aprendemos a pedir perdón podemos empezar a arreglar pequeñas fracturas.
Está claro que las relaciones no tienen una sola dirección. Los miembros de la pareja deben comprometerse para que la relación tenga éxito.
El perdón permite superar los errores y entender qué hacer para no volver a cometerlos.
Sin embargo, es obligatorio que el perdón sea sincero. De hecho, a menudo el perdón puede representar una solución conveniente pero con el tiempo se corre el riesgo de discutir otra vez recordando situaciones pasadas que no se han aclarado completamente. Por esta razón el perdón no se puede ni exigir ni conceder con facilidad.
¿Y si no quieres pedir perdón? Si quieres a tu pareja y a vuestra relación, siempre es posible solicitar un asesoramiento con un psicólogo y empezar una terapia de pareja. Está claro que encontrarás todas las respuestas que estás buscando.
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