Traicionar a la pareja: ¿cuántas personas traicionan?
Según estudios llevados a cabo en el Reino Unido, alrededor de un 55% de la población adulta tarde o temprano comete un acto de traición de tipo extraconyugal, mientras que un 90%, durante una relación o matrimonio duradero, se dedica a una o más relaciones intraconyugales, es decir, masturbarse con imágenes de revistas, con chicas por cámara web o pensando en los compañeros de trabajo, amigos, desconocidos encontrados por la calle, estrellas de la televisión, etc.
Traicionar a tu marido, traicionar a tu novio, traicionar a tu pareja, traicionar a tu esposa, traicionar a tu novia son palabras muy tecleadas en los motores de búsqueda.
¿Es peor una traición física o mental?
Cada persona tiene su respuesta, porque cada individuo tiene su propria historia, sus hábitos y convicciones sobre el sexo y el amor.
Frente a las relaciones intraconyugales las personas tienen reacciones muy distintas. Algunos toleran una infidelidad mental y se conforman sin problemas, ya que lo consideran algo normal o solamente confusión, mientras que otros resultan profundamente ofendidos y asqueados, ya que lo consideran una traición mental incluso peor que una traición física. Otros, en cambio, sienten un sentimiento de culpa y de vergüenza.
En cualquier caso, ambos tipos de traición, tanto física como mental, pueden romper una relación. De hecho, si la intensidad de una traición mental es elevada, si estamos muy cautivados emotivamente y pensamos continuamente en otra persona es posible llegar en cualquier caso a una crisis de pareja.
Las relaciones extraconyugales pueden ser de diferente tipo:
- traición basada en el sexo
- traición basada en el cariño (sin contacto físico a nivel genital)
- relaciones de tipo mixto (con un interés tanto físico como emotivo)
- a corto o largo plazo
- secretas o no secretas
- heterosexuales u homosexuales
- con una o con más personas
Además, estas relaciones se pueden ocultar de manera intencional al cónyuge, se pueden tolerar o perdonar; por otra parte, incluso el otro cónyuge puede tener una relación extraconyugal a su vez o puede ser que ambos compartan una relación abierta.
De hecho, podemos afirmar que no existe un modelo único en la vida moderna de las parejas.
El psicólogo estadounidense Don-David Lusterman notó que los individuos casados se dedicaban por lo menos a 4 tipos de relación:
- Relación exploratoria: ponemos a prueba la solidez y la deseabilidad de nuesta relación conyugal descubriendo si en otros lugares encontramos un mejor compañero, una diálogo mejor, una relación sexual mejor o quizás una cocina mejor.
- Relación trípode: usamos un acto de infidelidad para minimizar nuestro miedo ante una intimidad psicológica excesiva o el temor de permanecer bloqueados y agobiados en una relación en la que nos sentimos limitados.
- Relación de represalia: nos servimos de esta relación para vengarnos de nuestra pareja si creemos que hemos sufrido un agravio.
- Relación de salida: traicionar es el punto de partida para liberarnos definitivamente de una relación matrimonial inaguantable.
¿Pero por qué traicionamos? ¿Cómo llegamos a traicionar?
Algunos acontecimientos significativos de nuestra vida pueden proporcionar el pretexto inmediato para empezar una relación como, por ejemplo, una crisis de la mediana edad, la pérdida de los padres, los hijos que se marchan de casa, el paro.
Son muchos los motivos que explican por qué llegamos a traicionar a nuestra pareja:
- el deseo de algo diferente
- el deseo de algo que cumpla con nuestras necesidades físicas y emotivas insatisfechas
- una necesidad de afirmar o reafirmar nuestra potencia sexual o nuestra deseabilidad
- un ataque a nuestra pareja
- un ataque a nosotros mismos capaz de sabotear el equilibrio de nuestro matrimonio o de nuestra relación
- un grito de ayuda o una expresión más de malestar
- el retorno de un trauma infantil como, por ejemplo, los padres que a su vez tuvieron relaciones extraconyugales
- una protección contra la sensación de pertenecer a una sóla persona
- sentirse parte de "algo que total hace todo el mundo"
- una defensa contra la ansiedad depresiva
La traición existe desde siempre pero es verdad que en los últimos años representa un fenómeno más "aceptado"… y quizás no sea por casualidad. En el pasado nuestros abuelos arreglaban las cosas cuando se rompían, hoy si algo no funciona lo compramos nuevo otra vez.
De hecho, cuando estamos frente a una situación complicada, lo mejor que podemos hacer es empezar una terapia de pareja.
¿Pero es posible perdonar una traición?
No es fácil pero es posible. El psicoanalista italiano Massimo Recalcati nos recuerda que el perdón en la vida amorosa es una manera para devolverle fuerza a algo que se fue apagó tras el trauma de una traición y de un abandono. Además, traicionar no es una decisión tan banal como quieren "vendernos" o hacernos creer porque Lo Nuevo consiste en saber volver a despertar el amor en lo Mismo.
Si en este periodo os han traicionado, no intentéis reconquistar a vuestra pareja anulando a vosotros mismos, no os pongáis en competición con el amante y no proyectéis el desengaño actuando de manera cínica en cualquier otra relación.
Aceptad vuestras emociones por lo que son, aceptad también la rabia y el dolor.
Solamente de esta manera vais a entender si el camino más apropriado para vosotros es el perdón o empezar de nuevo con un amor duradero… que todavía se puede encontrar, alimentar, nutrir y sobre todo compartir.