¿QUÉ ES EL AMOR EN PSICOLOGÍA?
El amor siempre ha sido el elemento inspirador y protagonista de películas, canciones, poemas y novelas. El amor viene definido en el vocabulario como “un sentimiento de profundo afecto hacia una persona que se manifiesta como el deseo de procurar su bien y buscar su compañía”.
Fromm lo ve como un arte que requiere esfuerzo y sabiduría y conlleva un sentimiento de profunda unidad.
El psicólogo cognitivo Sternberg define el amor como el resultado de tres elementos que se encuentran en la cima de un triángulo: intimidad, pasión y decisión-compromiso.
El componente intimidad se refiere a los sentimientos de compartir, la confianza y la afinidad, y lleva a cuidarnos unos a otros.
El componente pasión incluye toda la esfera de la fisicidad, desde la atracción hasta los impulsos amorosos y el deseo sexual.
El componente decisión-compromiso incluye un aspecto a corto plazo, el de la decisión de amar, y un aspecto a largo plazo, que es el compromiso y la responsabilidad de mantener la relación en el tiempo; estos aspectos pueden ir de la mano o ser inconexos.
LAS DIFERENTES CLASES DE AMOR
De estas tres dimensiones surgen siete posibles configuraciones de amor que representan los tipos de relación de la pareja.
Cariño: constituida solo por la intimidad, es una relación carente de pasión y compromiso, similar a una amistad.
Encaprichamiento: formado solo por la pasión, es una relación que se desarrolla a primera vista, debido a un rápido proceso de idealización del otro, que presumiblemente terminará en desilusión.
Amor vacío: formado únicamente por el elemento decisión-compromiso, es una relación de fachada, carente de intimidad y pasión, propia de personas que se encuentran juntas por un compromiso que puede afectar a la familia, el ámbito económico, el crecimiento de los hijos, etc. .
Amor romántico: formado por intimidad y pasión, es una relación que tiene las características de las grandes historias de amor, en la que puede faltar madurez.
Amor-amistad: formada por intimidad y decisión-compromiso, es una relación consolidada y funcional, en la que la pasión se va extinguiendo paulatinamente.
Amor fatuo: formado por pasión y decisión-compromiso, es una relación donde falta la intimidad y el conocimiento mutuo, que corre el riesgo de derrumbarse a la primera dificultad.
Amor perfecto: formado por los tres elementos del triángulo, es una relación completa, difícil de encontrar y mantener, si no equilibrando y alimentando continuamente y con dedicación los tres componentes de la intimidad, la pasión y el compromiso.
El psicólogo Maslow, conocido por la teoría de las necesidades, describe dos tipos de amor:
Amor deficiencia: el clásico amor adolescente, romántico pero inmaduro, que se basa en llenar los propios vacíos del yo apoyándose en el otro, generando así una dualidad y una cierta dependencia emocional;
Amor a la esencia del otro: es un amor sano, que presupone el amor a uno mismo y la madurez, en el que uno se enriquece sobre la base de un sentido de plenitud personal ya consolidado.
LA QUÍMICA DE LA ATRACCIÓN
Detrás del amor también hay biología, fisiología y anatomía. Estudios científicos han demostrado con técnicas de neuroimagen que solo se necesitan 20 centésimas de segundo para enamorarse: este es el tiempo necesario, después de ver a nuestra pareja o incluso de pensar en ella, para que el cerebro comience a liberar neurotransmisores relacionados con el enamoramiento y la euforia.
Los estudios de neuropsicología han correlacionado las etapas de una relación amorosa con ciertos eventos cerebrales:
durante el cortejo se liberan cantidades masivas de dopamina, un neurotransmisor que nos hace sentir placer y euforia;
en la siguiente fase, el enamoramiento, los niveles de dopamina continúan aumentando, junto con otras dos moléculas, norepinefrina y feniletilamina, que provocan una intensa descarga energética y una atención enfocada, que también puede provocar insomnio y pérdida de apetito; mientras tanto, ya a partir de la fase de enamoramiento, se bajan los niveles de serotonina, lo que hace que evitemos conductas como el pensamiento obsesivo del ser querido.
la siguiente fase es la del apego: el mantenimiento del vínculo es promovido por la hormona oxitocina, que produce una gran sensación de gratificación emocional y el deseo de cuidar al otro;
durante el sexo , se libera vasopresina, lo que hace sentir una sensación de calma interior y territorialidad, celos y fidelidad; después del sexo, se liberan endorfinas, que hacen desear cercanía física, mimos y contacto corporal, que se alimenta del sentimiento y lo nutre, reforzando el vínculo;
después de 1 año y medio o más, el cerebro se encuentra en un estado de habituación a los neurotransmisores del enamoramiento, y así comienza la fase del amor verdadero y puro, durante la cual continúa la producción de endorfinas, que nos hacen sentir bien.
¿QUÉ SIGNIFICA AMAR A UNA PERSONA Y POR QUÉ TE ENAMORAS?
¿Qué es lo que nos enamora?
La ciencia sostiene que el hombre tiene una capacidad que determina una tendencia a la empatía y al amor. Se dice que tratamos de reconocer una parte de nosotros mismos en el amado y que nos enamoramos de nuestro prójimo o de alguien que nos recuerde a uno de nuestros padres. La existencia de neuronas espejo explica muchas cosas; sería la razón por la que dos amantes pueden entender los estados emocionales del otro: ante una emoción de la pareja, áreas similares a las que se activan en el cerebro del otro se activan en nuestro cerebro. El amor, por tanto, también implica una sincronía neurobiológica, como si estuviéramos especialmente diseñados para sintonizarnos con nuestra alma gemela y amarla.
¿CÓMO RECONOCER CUANDO NO ES AMOR?
¿Cuándo no es amor? No es amor cuando implica violencia, sufrimiento profundo y falta de respeto.
Aquí hay 4 comportamientos que destruyen relaciones identificados por el psicólogo John Gottman:
criticar repetidamente;
despreciar al otro, incluso con sarcasmo;
ponerse a la defensiva;
interrumpir la comunicación entre ellos colocando una pared.
Cuando el amor es incondicional, es decir, cuando se basa en la aceptación y el respeto al otro sin límites en dar y recibir y sin expectativas, entonces la relación será fuerte, estable y mágica.