La formula del éxito

La formula del éxito
"Los pequeños avances (+ 1%), si se acumulan día tras día, explotan en un crecimiento exponencial".


La Formula del éxito fue utilizada por primera vez por un maestro japonés para recordar a sus alumnos cuál es el único secreto real para tener éxito en sus estudios y en la vida.

Esta "fórmula" de hecho se destaca a plena vista dentro del aula del ingenioso maestro y una foto de él se ha vuelto viral recientemente en muchas redes sociales asiáticas.

Aquí está la fórmula:

  • (1,01) ^ 365 = 37,78. Imagina que "1" representa tu situación actual (en el estudio, deporte, trabajo, etc.). ¿Qué pasaría si todos los días, durante los próximos 365 días, mejoraras tu rendimiento en un 1% respecto al día anterior? Las matemáticas nos dicen que después de un año se encontrará unas 38 veces mejor que su situación inicial. Ni doble, ni triple: 38 veces.
  • (0,99) ^ 365 = 0,03. ¿Qué pasaría en cambio si lo dejo ir, si todos los días empeorará incluso en solo un 1%? ¿Qué quieres estudiar un 1% menos? ¿Entrenar un 1% menos? ¿Ahorrar un 1% menos? No cambiaría mucho, ¿verdad? Incorrecto: después de 1 año te encontrarás prácticamente en cero.

Dejando a un lado los resultados numéricos, la fórmula del éxito del maestro japonés nos enseña una regla fundamental para nuestro camino de desarrollo personal:

"Los pequeños avances (+ 1%), si se acumulan día tras día, explotan en un crecimiento exponencial".

¿Pero recuerdas el concepto de #entropía personal? Si no avanza, inevitablemente retrocede. Por tanto, no es casualidad que el profesor japonés haya propuesto su fórmula en dos versiones (1.01 y 0.99): el efecto multiplicador de este principio matemático es válido tanto para los buenos como para los malos hábitos.

Esto significa que incluso esas pequeñas acciones negativas, aparentemente inofensivas, a largo plazo pueden tener consecuencias devastadoras para nuestra salud, nuestros resultados académicos, nuestra situación financiera.

Para aplicar la fórmula del éxito, debe cumplir con 3 reglas simples:

  • Concéntrese en el pequeño progreso diario y apunte al "Jackpot".
  • El camino hacia tus metas nunca es perfecto: dalo todo en los días buenos, pero también aprende a defender tu progreso en los días malos.
  • Aprende a reavivar la llama de tu motivación diaria dejándote inspirar por las palabras de grandes hombres.

Esta historia también se puede aplicar en el ámbito financiero:

Si tu tío se ofreció a darte: 10.000,00 euros por día durante 30 días o ..recibir, a partir de 1 centavo por día, la duplicación del valor para cada uno de los 30 días (1,2,8,16 ....) ¿Qué elegirías? Sin pensarlo demasiado ni hacer cuentas raras, ¿qué opción te parece más atractiva? ¿Cuál elegirías sin dudarlo?

Al fijarnos una meta nos gustaría ver resultados de inmediato y si no llegan nos desmotivamos con gran facilidad. En resumen, mantener el enfoque en el progreso diario es terriblemente aburrido, por eso buscamos constantemente una gratificación instantánea. ¿Cuántas veces te has sentido cansado y te han dicho "Está bien, hoy no hay gimnasio"? ¿O queremos un postre? “Está bien, vamos, pospongo la dieta hasta mañana. En definitiva, estamos eligiendo constantemente la primera opción. De hecho, la mayoría de los estudiantes siempre han votado por la primera.

Pero examinemos la segunda en cambio, al principio el progreso sería una lentitud agotadora: el primer día tendríamos sólo un centavo miserable, el segundo con 2 centavos, el tercero con 4, después de una semana todavía no podríamos permitirnos un café (0, 64 €), pero de repente algo cambiaría, esos avances imperceptibles se convertirían en resultados cada vez más tangibles, hasta que la primera gota de agua en el mar (0,01 €) se convierte en un océano de oportunidades. ...

De hecho, con la segunda opción, al final de los 30 días acabaríamos con 5.368.709,12 € !

Si los números lo confunden, recuerde esto: cada vez que elige la gratificación instantánea, efectivamente está renunciando al "Jackpot". Los pequeños avances diarios, tomados individualmente, nos parecen insignificantes, pero si tenemos la constancia de sumar lo suficiente, su efecto acumulativo superará nuestras expectativas más locas.